La FIA introducirá el detector de trampas en los motores

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Luego de las sospechas y posterior confirmación en el motor Ferrari de 2019 se tomó la medida.

Aquel polémico acuerdo entre FIA y Ferrari, que eludía mayores responsabilidades y cuyo secretismo desató la furia del resto de equipos de la Fórmula 1, incluía la colaboración entre ambos para luchar contra las posibles trampas, cuya primera entrega ha tenido lugar con estas directrices 18 y 19.

Por tal motivo la FIA ordenó a los equipos nuevas directivas técnicas.

En concreto la directiva 0018/20, hace referencia a la actualización de un sensor encargado de medir la distribución de la energía eléctrica durante la recuperación del sistema ERS.

La Federación exige a los equipos colocar este sensor ya para la primera carrera de la temporada, en Austria, y está orientado a controlar que ningún equipo pueda violar el reglamento en lo referente al consumo eléctrico, el cual está acotado por la normativa de la categoría.
El documento 0019/20 es el enésimo intento de controlar el consumo de aceite, que se fue reduciendo paulatinamente hasta los 0,3 litros cada 100 kilómetros, y cuyo cumplimiento por parte de muchos equipos ha estado más que en duda.

Ferrari, sin dudas tuvo que ver en este acuerdo reconociendo la anomalía con los motores presuntamente no legales de 2019, quién ha puesto en sobreaviso a la FIA, indicándoles dónde deben mirar, compartiendo las sospechas de dónde podrían estar algunos equipos sacando un rendimiento ilegal.